martes, 3 de junio de 2008

Jubilados

¡Ajum!,¡ajum! vaya mierda de dia. Como a un perro me han echado a la calle -¡hala!, padre, vaya a comprar el pan ... saque a pasear al perro ... ande, déjeme arreglar la casa- como si molestase tanto en la cocina. Cuando eres viejo ya no te quiere nadie. Ni la hija ni el yerno, otro imbecil, que como trabaja con corbata cree que es mejor que yo. Mi mujer si que era buena; cuidó de sus padres y de los mios hasta que se murieron y de nuestra hija, y del chico, que no quiere saber nada conmigo, y de mí, que cuando volvía a casa tenía la comida en la mesa y casi nunca tenía que enfadarme. ¡Mírame ahora!, que tengo que aguantar a estos dos porque la pensión no da para más, que si no ... Solo me quiere el perro, y no hay manera de quitármelo de encima, ¡chucho meon!

Hala, a la puta calle. Qué diferencia con los tiempos en que era el mejor tornero del taller, cuando los aprendizes andaban detrás de mí para que les enseñase, que les enseñaba lo justo, no fuese que algún trepa me quitase el puesto, y el jefe no tenía cojones para decirme nada.

Tampoco puedo ir a los bares del barrio porque no me quieren poner un vino. En algunos no me dejan entrar porque dicen que no quieren borrachos y menos borrachos que no pagan. ¿Si ya saben que les pago en cuanto me llega la pensión!

-Buenos días, Anselmo.

-¡Ah!, buenos días- ¡imbecil!, ¿qué buenos días ni que gaitas?, como si fuesen buenos ... que con esta humedad la reuma me está jorobando, que ni puedo casi levantar el brazo para ponerme la boina. Voy a acercarme al Hogar del Jubilado, con los demás viejos. Estas son las únicas mujeres que me hablan ahora, y son unas ñoñas. En mis tiempos si que había mujeres, mujeres, ... Me estoy acordando de la Lupe, que trabajaba de puta, pero ¡que mujer!

-Hola Anselmo, ¿cómo está?

-Jodido, como siempre. Y tú, atiende a lo tuyo, que ya tienes bastante- Es que si no les paras, esta gente en seguida se toma confianzas. Sigue con tus cosas de conserje y déjame en paz, que yo no me meto en tus cosas. En cambio, la asistente social, la Loli, con esa si que tendría un asuntillo, que ya hay pocas mujeres con las cosas en su sitio, grandes y hermosas, que haya donde pillar.

-Anselmo, ¡ya está bien!, deje de mirarme el culo, y ni se le ocurra intentar tocármelo como al descuido, que el otro día no le solté un guantazo por no desgraciarle.

-¡Bah, bah!, imaginaciones tuyas, aunque ... si quisieras, ya te enseñaba lo que es un hombre de verdad.

-¿Un hombre?, una momia. ¡Venga hombre!, no sea desagradable, que ya cansa.

-Si señorita, un hombre de verdad, con noventa y cinco años, pero un hombre.

-Y encima coqueto. No se ponga años, que solo tiene noventa y uno.

No sé por qué vengo aquí. No hay mas que viejos blandengues y babosos. Mira a esa ... con el rollo de los bailes, que parece que tenga quince años, o esa otra de la calceta, ¿le quedará en casa algún rincón donde poner un tapetito? o a lo mejor los apila en un cajón. Y los viejos, como ese de ahí jugando al dominó. Hasta el mus nos han quitado. O aquel, que hace mariconadas de trabajos manuales y hasta los enseña orgulloso. Me dicen "Anselmo, no sea así" o "Anselmo, no se enfade"; ¡gilipollas!, que son como tontos.

Me voy al parque, donde no tenga que ver tanta tontería ... aunque tampoco aguanto a los niños gritones y alborotadores ni a las parejitas, aunque a ellas da gusto verlas. Y luego a casa, a discutir otra vez con la hija. ¡Quite de en medio, atontao!, ¡si es que ya no le respetan a uno!

MvM

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro que Anselmo, en el fondo, disfruta siendo un cascarrabias. Estos jubiletas...
:-D

isis dijo...

Cómo la vida misma. Conozco a más de uno y más de dos como él...tienen malas pulgas, pero también tienen su encanto, verdad? :)
Un besazo!!

camaradeniebla dijo...

qué majo.
seguimos por aquí.
Buenas noches a tí.

camaradeniebla dijo...

está bien escrito¡

Lola dijo...

Jaja! vaya cascarrabias! como los de la resi donde hice las prácticas, ajaja!! La verdad es que cuesta aceptar que el tiempo pasa y que vas creciendo... tú sigues con tus mismos intereses, emociones,... pero el resto de la gente te ve mayor... hay que joderse.
Un abrazo!