viernes, 28 de marzo de 2008

Cíclopes (II) - correspondencia

Documento 136 del epistolario de Epidauro (1)


De Telemo el vidente a Brontes metalúrgico

Querido tío Brontes, protegido de Zeus:
Cuando recibas esta misiva espero que os encontréis bien la tía y tu. Da un abrazo de mi parte a tus muchachos.
Me preguntabas en tu anterior carta qué sé acerca de Polifemo y el suceso que le ha causado la pérdida de su ojo.
Su ceguera es un infundio de la peor especie. Sucedió que arribaron a su isla unos marinos comandados por un tal Ulises u Odiseo, el mayor y mas ladino mentiroso de la Hélade, y trataron de apoderarse o matar alguna de las cabras del primo. Cuando ellos llegaron las cabras estaban recogidas en una cueva y Polifemo había ido a por agua. A su regreso encontró que algunos de los marinos,borrachos, estaban incordiando a los animales y los espantó a manotazos, como ellos espantan a los bichos. Huyeron metiéndose entre las hendiduras de las rocas, como lagartijas, y Polifemo cuando los vio huir no hizo nada más por ahuyentarlos.
Con el revuelo de las cabras, los hombres y el propio Polifemo, se levantó una gran polvareda que cegó por un rato a nuestro pariente. Cuando Ulises, que se había retrasado, volvió la cabeza para ver si ya estaban bastante lejos, le vio frotarse los ojos y aprovechó para tirarse un farol, pues no solo es mentiroso sino también fanfarrón: llamó a sus hombres con grandes voces y presumió de que aquello era obra suya, que él había quebrado el único ojo del cíclope.
Después pasó lo de siempre, cuando una historia se repite, se va adornando, y lo que en principio eran dos, luego de relatarlo varias veces son doscientos: Ulises engañó a Polifemo hasta emborracharlo -pobre Polifemo, que la bebida mas fuerte que prueba es la ambrosía cuando visita a algún pariente olímpico-, camufló a sus hombres bajo las cabras y le cegó personalmente. ¡Bah!, todo un cúmulo de tonterías.
Contribuyó grandemente a esta falsedad un tal Homero, rapsoda ciego itinerante que en un primer relato sobre el sitio de Troya muestra a Ulises como taimado, artero, mentiroso y traidor, pero que en uno nuevo, llamado Odisea, lo convierte en un noble héroe. No descarto que en ello haya influido la envidia, pues al sentirse disminuido por su ceguera, no puede resistirse a convertir en ciego a alguien muy superior a él, a un cíclope de la raza de los que como tu, tío, fabricaron el rayo de Zeus y el tridente de Poseidón, retratándolo como un ser bestial.
Como ves, la única herida que ha sufrido Polifemo ha sido en su dignidad, pero recibirá otra muy pronto en el mismo sitio si sigue cortejando a Galatea, una ninfa de la que se ha enamorado.
Querido tío, a quien todos nosotros respetamos, te exhorto a que uses tu influencia para hacerle recapacitar y que intente olvidarla, pues no quiero ver desgraciado a nuestro pariente y amigo. Las ninfas son muy hermosas, alegres y simpáticas, y como nosotros, están por encima de los humanos, pero no comparten nuestro tamaño, nuestro aspecto ni nuestras costumbres. Una unión entre ellos sería efímera y aciaga.
Polifemo argumenta que al amor puro nada lo puede detener; yo afirmo que se detendría en el mismo momento en que intentasen su consumación y por eso pido a los dioses que le devuelvan la razón, pues ya se hacen corrillos en los bosques para cotillear sobre este asunto.
Entrego esta misiva a Hermes para que te llegue rauda. Cuídate y que los hados te sean favorables.

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(1) Entre 1928 y 1935 el profesor Frumbacher dirigió en Epidauro, en una ladera al norte del teatro y del Asklepion, unas excavaciones en las que se extremó la discreción para evitar robos arqueológicos como los que habían ocurrido en Egipto. El motivo fue que se había descubierto lo que parecía una gran cantidad de documentos que habían estado sepultados por un derrumbe durante una inundación o un aguacero, opción esta última bastante mas plausible, pues se trata de una ladera cubierta de pinos, sin que haya constancia de balsas o depósito de agua próximos. La Guerra Mundial y la falta de medios hicieron que este descubrimiento haya estado oculto durante mas de medio siglo.

Los documentos se dividían en dos grupos. El más numeroso se trataba de tablillas de cera en las que el escrito se ha conservado, de forma similar a Pompeya, porque el barro de la inundación cubrió los grafos, conservando de esta forma el texto al endurecerse; hasta hace pocos años no se ha dispuesto de métodos que permitiesen el estudio detallado de estos escritos. El grupo mas pequeño se componía de hojas de papiro apiladas en varias colecciones que, al igual que el otro grupo, han tenido que esperar mucho tiempo hasta que aparecieran técnicas que permitieran mejorar la lectura de los trazos desvaídos por el tiempo; por suerte estos papiros debían estar en alguna estantería más alta y no se vieron afectado por el agua, sino que quedaron prensados en tierra. El uso de este material sitúa estos restos en la época helenística.

Una primera lectura sobre el terreno de algunos textos mejor conservados dio a este acervo el nombre erróneo de "epistolario de Epidauro". En 1998, el gobierno griego rescató del olvido este tesoro y encargó su estudio, trabajos de conservación y publicación a varios reconocidos profesionales. La Profesora P. Greens, de la universidad de Lyon nos ha revelado que no se trata solo de cartas, sino que hay contratos comerciales, cartas de manumisión de esclavos, comentarios a las doctrinas aristotélicas clásicas, comentarios de tipo legal, problemas aritméticos y geométricos (algunos con resultados erróneos), bastantes notas al margen y textos literarios, algunos de los cuales se sabe que son copias porque están identificados y otros que supone corresponden a copias de textos que se habían perdido y que están siendo revisados por la Doctora Anna G. Rot, una de las máximas autoridades en poesía griega clásica. El tipo de documentos y la diversidad de caligrafías, algunas muy inseguras, lleva a la Profesora Greens a la conclusión de que lo encontrado son los ejercicios de los alumnos de un Gramatikón: copias de textos variados, comentarios de los clásicos y ejercicios resueltos. Otras partes importantes de la investigación las está desarrollando el Profesor D. Tetrak, catedrático de Ética en Valenciennes, sobre el contenido filosófico de los textos y la reputada Doctora I. Jansen sobre la parte filológica y estilística. Y no podemos olvidar al equipo técnico, sin el cual todo lo anterior no sería posible, dirigido por F. K. Samsa para las técnicas de visualización y por la ingeniera en técnicas de conservación Ingrid Applepear en cuanto al correcto uso y mantenimiento de los materiales.

Agradezco profundamente a todos los citados y a Doña Isis Wings, Coordinadora comisionada por el gobierno griego para la revisión y publicación de los trabajos resultantes de estos estudios, que me haya proporcionado el texto aquí mostrado y el permiso para su publicación.


MvM

1 comentario:

camaradeniebla dijo...

qué encantador eres.Gracias.